En el mundo cervecero, es muy común utilizar distintos métodos de clarificación para la cerveza, por ejemplo el uso del musgo irlandés, isinglass o cola de pescado y la grenetina natural, este último con mayor efectividad.
Aunque parezca un poco extraño, la grenetina se usa para la clarificación de algunas cervezas, eliminando la turbidez, la cual se da como consecuencia de los polifenoles y las proteínas que contiene el lúpulo y la malta, así como también partículas que restan de la levadura.
La grenetina se debe infucionar y después se podrá añadir cuando la fase de fermentación haya terminado. Tiempo después, de 1 a 2 días, la grenetina ya habrá hecho su trabajo y la cerveza estará lista para ser embotellada, sin tener ningún problema con la consistencia, sabor o calidad de la cerveza.
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